Cambio y flexibilidad
Las personas con autismo pueden tener dificultades con el cambio y la flexibilidad en su vida cotidiana, que podrían manifestarse de diversas formas. Estas dificultades pueden derivarse de la necesidad de previsibilidad y estabilidad que suelen experimentar las personas con autismo. A continuación se indican algunas áreas en las que las personas autistas pueden tener dificultades con el cambio y la flexibilidad:
Rutinas y rituales: Las personas autistas pueden sentirse más cómodas con rutinas y rituales específicos y pueden ponerse ansiosas o alterarse si estas pautas se interrumpen o alteran. Por ejemplo, si el horario del colegio o del trabajo cambia repentinamente, esto puede provocar ansiedad o angustia.
Transiciones: Pasar de una actividad o entorno a otro puede resultar difícil para algunas personas autistas. Por ejemplo, pueden tener problemas para pasar de una clase a otra en el colegio, para volver a casa después de un viaje o para adaptarse a nuevos entornos sociales.
Adaptación a situaciones nuevas o desconocidas: Las personas con autismo pueden sentirse abrumadas o ansiosas en situaciones nuevas o desconocidas. Esto puede incluir conocer a gente nueva, probar actividades diferentes o enfrentarse a cambios inesperados en su entorno.
Flexibilidad de pensamiento: Algunas personas autistas pueden tener dificultades para adaptarse a nuevas perspectivas o enfoques, y pueden aferrarse a sus ideas y creencias. Esto podría manifestarse como rigidez en su pensamiento o resistencia a cambiar de opinión ante nueva información.
Para ayudar a los autistas a desarrollar habilidades de cambio y flexibilidad, es esencial adoptar enfoques que les ayuden a sentirse más cómodos con la incertidumbre y a adaptarse a situaciones nuevas. Esto puede incluir
Introducir los cambios gradualmente: Cuando sea posible, es útil introducir los cambios de forma gradual y previsible, para que la persona autista tenga tiempo de adaptarse.
Establecer rutinas claras y predecibles: Establecer rutinas claras y predecibles puede ayudar a los autistas a sentirse más seguros y a controlar su entorno.
Preparación y anticipación: Ayudar a los autistas a prepararse para los cambios y a anticipar posibles situaciones nuevas puede reducir la ansiedad y aumentar la confianza en su capacidad para afrontar los cambios.
Apoyo emocional: Proporcionar apoyo emocional y comprensión en momentos de cambio o incertidumbre puede ser crucial para ayudar a las personas autistas a afrontar nuevas situaciones y adaptarse a ellas.
Ofreciendo apoyo y adaptaciones personalizadas, se puede ayudar a los autistas a desarrollar habilidades de cambio y flexibilidad y a enfrentarse a los retos que puedan encontrar en su vida diaria.