Comportamientos repetitivos o restringidos
Las conductas repetitivas o restringidas de los individuos autistas son acciones que se realizan de forma constante y siguiendo un patrón, a menudo con una atención limitada a determinados temas o actividades. Estos comportamientos son una característica común del autismo, aunque la intensidad y la naturaleza de los comportamientos pueden variar entre individuos. A continuación se ofrecen algunos ejemplos de conductas repetitivas o restringidas:
Movimientos estereotipados: Algunos autistas pueden realizar movimientos repetitivos con las manos, los brazos o las piernas. Por ejemplo, pueden agitar las manos, mecerse hacia delante y hacia atrás o girar en círculos.
Ecolalia: La ecolalia es la repetición de palabras, frases o sonidos oídos previamente. Por ejemplo, un autista puede repetir una frase de su película favorita o imitar el sonido de un animal, incluso en contextos en los que no está relacionado.
Rituales y rutinas: Las personas autistas pueden seguir rutinas y rituales específicos en su vida diaria, como comer los mismos alimentos en el mismo orden todos los días, vestirse siguiendo una secuencia específica o insistir en tomar siempre el mismo camino para ir al colegio o al trabajo.
Intereses restringidos: Los autistas pueden tener intereses intensos y específicos en determinados temas o actividades, como coleccionar objetos relacionados con un tema concreto, estudiar exhaustivamente un área de conocimiento o repetir una actividad una y otra vez, como montar y desmontar un puzzle.
Orden y alineación: Algunos autistas pueden sentir la necesidad de ordenar y alinear los objetos de una forma determinada, como organizar sus juguetes por colores o tamaños o alinear los objetos en filas o columnas perfectamente simétricas.
Estos comportamientos pueden proporcionar a los autistas una sensación de estabilidad, control y seguridad. Sin embargo, en algunos casos, pueden interferir en la vida cotidiana y en las interacciones sociales. Un apoyo y unas adaptaciones adecuados pueden ayudar a las personas autistas a controlar estos comportamientos y a participar de forma más flexible en diversas situaciones.